28 de noviembre de 2012: Jean Anouilh

Reunidos: Isabel, Rufino, María José, Seve, Eugenio, Pilar, Mercedes, Maite, Toñi, Luis y Eduardo.

Isabel lee algunos datos biográficos sobre el autor, tomados de la Wikipedia: que se inició en el mundo teatral como secretario de un famoso actor, que su primer éxito fue El viajero sin equipaje y su obra más célebre es Antígona; también destaca que durante la ocupación nazi de Francia no combatió con la Resistencia, pero tampoco fue sospechoso de haber colaborado con los alemanes, como es el caso del también escritor Robert Brasillach, cuya ejecución agudizó el carácter misantrópico de Anouilh; añade Isabel que se le considera autor de teatro “de distracción”, que su obra está teñida de pesimismo y que sus personajes principales suelen aspirar a la pureza frente a una sociedad hipócrita y corrupta. Isabel comenta que le ha gustado por su variedad; indica que Anouilh tiene diferentes registros y en sus obras trata muy diversos temas. Sobre el mito de Antígona, Isabel cuenta que es la historia de los dos hijos varones de Edipo que acuerdan turnarse en el poder tras la muerte del padre, pero que el acuerdo se rompe cuando uno de ellos se niega a abandonarlo al vencer su plazo; entonces se declara una guerra en la que mueren los dos, accediendo al trono el tío de ambos, Creonte; la tragedia que narra el mito se desata al ser negada la inhumación del cadáver de uno de los dos hermanos, ya que así lo dicta la ley de la ciudad para los traidores; esta condena es la que Antígona se niega a aceptar. Isabel ha visto una representación de la versión de Anouilh en Internet, en el francés original, y le ha gustado la puesta en escena; también conocía la obra porque fue interpretada por su hija en el grupo de teatro del Instituto, en el papel de Ismene, hermana de la protagonista, y de cuya función nos muestra unas fotos.

Eugenio ha leído Jezabel y Antígona y le han parecido unos personajes algo exagerados; sobre la segunda, cree que no puede considerase una adaptación moderna de la obra de Sófocles, sino una versión mediocre, y se basa para su juicio en el personaje de Creonte, cuyo dilema entre hacer cumplir la ley y solidarizarse con el dolor de Antígona es lo que más le impresionó del clásico griego: para Eugenio, el mismo personaje en la versión de Anouilh pierde toda su complejidad; comenta además que hay una interpretación de María Zambrano titulada La tumba de Antígona, donde la pensadora española hace desfilar a los protagonistas ante la heroína muerta; también recuerda las cinco oposiciones que, según George Steiner, aborda el mito de Antígona, y que lo han convertido en una fuente inagotable de inspiración artística y literaria; éstas son: la de hombre y mujer, la de joven y viejo, la de sociedad e individuo, la de vivos y muertos y la de dioses y mortales. Por último, comenta Eugenio que ha encontrado un paralelismo entre el pesar que afronta Antígona al sufrir la vejación del cuerpo insepulto de su hermano, y la herida abierta en la Historia de España por los miles de cadáveres enterrados en cualquier parte, tras la guerra civil y su posterior represión.

Sobre el mito de Antígona, Pilar se pone sin dudarlo de parte de la protagonista, ya que considera que está en su derecho de no hacer distinción alguna entre sus hermanos. Lee una referencia al mito extraída de un libro sobre cultura clásica que tiene en casa, y comenta que la hermana de Antígona apela a su cordura ya que una mujer «no debe morir por sus ideas». Sobre el autor, Pilar destaca la oposición que muestra su obra entre el ser individual que aspira a la pureza y la sociedad hipócrita que se encuentra de frente. Acerca de otra obra de Anouilh, Orquesta de señoritas, recuerda Pilar que estuvieron representándola en Móstoles el año pasado, y que ahora cumplen temporada en Madrid, con el actor Juan Ribó en el reparto. Finalmente, lee alguna frase de Anouilh tomada de la web.

Mercedes ha leído Los peces rojos, y comenta que hay mucha diferencia entre leer teatro y verlo, principalmente por las acotaciones del autor sobre la puesta en escena; dice que Los peces rojos tiene un argumento psicológico, y que su protagonista es un hombre, traumatizado desde que siendo niño se hizo pis en la pecera de su abuela (de ahí el título de la obra), cuyo matrimonio ha fracasado y se vuelca en su hijo para evitar que éste cometa sus mismos errores; indica Mercedes que los diálogos más notables se dan entre el protagonista y su médico, y también lo son los que tiene con un amigo de la infancia a quien llaman «La acidez», y que le delata. Por último, recuerda el éxito que obtuvo la pieza en su estreno en Madrid, representada por Juanjo Menéndez y Amparo Baró; al hilo, Isabel supone que tiene rasgos humorísticos, a lo que Mercedes responde que algo de comicidad tiene, pero que no es una comedia.

Luis dice que leyó bastante a este autor hace mucho tiempo, y que ha sido creador de un teatro innovador que rompía con el de entreguerras; lo califica de materialista y afirma que hace una precisa descripción de las relaciones humanas, que tiene una gran variedad de tramas y que posee una importante riqueza idiomática. Luis indica también que el nobel Harold Pinter es epígono de Anouilh en el teatro inglés, y que nuestro Calderón, que es el dramaturgo español por excelencia, le recuerda al autor porque éste ha hecho0 lo mismo que hizo aquél respecto a la clase acaudalada de su época, poniendo en entredicho a la burguesía francesa del siglo XX. Finalmente, destaca el ingenio humorístico de Anouilh, a lo que Isabel añade que posee tintes del absurdo y Luis matiza que el autor se encuentra más cerca de Cioran que de Ionesco.

Toñi ha leído Becket y el honor de Dios, que trata de la relación histórica entre el rey Enrique II de Inglaterra y Tomás Becket, su canciller; comenta que ambos se iban juntos de jarana y que el rey quiere tener cerca a Becket para poder acceder a los bienes de la iglesia católica, con los cuales financiar sus campañas bélicas (Luis recuerda que hasta tres siglos más tarde no surgió la iglesia anglicana); pero la relación termina cuando el rey de Francia comienza a proteger a Becket: entonces el de Inglaterra manda que lo maten. Concluye Toñi diciendo que le ha gustado, que el rey es un hombre muy ambicioso y que se ve venir la tragedia.

Rufino indica que el autor adaptó la tragedia de Antígona a las circunstancias de la ocupación nazi, y que la película Becket, interpretada por Richard Burton y Peter O’Toole, es una versión cinematográfica del título leído por Toñi. Rufino dice que él no ha leído ninguna obra, sólo echó un vistazo a los enlaces colgados en nuestro blog, de entre los que destaca que el autor es de origen vascofrancés, que estudió Derecho y que desde muy joven descubrió su vocación de autor teatral; ante el dato de la biografía de Anouilh sobre su no participación en la Resistencia frente a la invasión alemana, Rufino opina que el hecho de escribir ya es una forma de ayudar a su país, y destaca el humanismo rebelde del autor, haciendo frente a la realidad y llenando sus personajes de virtudes ideales. Respecto a la obra Orquesta de señoritas, indica Rufino que trata de una compañía de cómicos fracasados y destaca su humor negro y el juego que entabla entre apariencia y realidad.

Maite ha leído Antígona y Jezabel; sobre la primera comenta que, siendo una adaptación de teatro clásico a moderno, no le ha gustado, pues considera que la historia ya ha sido escrita y de la forma adecuada; sin embargo, lee en voz alta un párrafo de la conversación entre la protagonista y su hermana, donde ésta le dice que ha de casarse pronto y ser feliz, que le ha gustado por el concepto de fugacidad de la juventud que transmite. Acerca de la segunda, Maite dice que es «un dramón» protagonizado por una familia de moralidad cuestionable: la madre se casó por dinero, tiene muchos amantes y mata al padre con unos hongos venenosos; añade que durante su lectura hubo un momento en que le asfixiaba el ambiente (cree que si ésa era la intención del autor, con ella ha tenido éxito), y confiesa que este tipo de historias no son para ella, que no se encuentra en disposición de disfrutarlas.

María José ha leído un esbozo biográfico publicado en-línea en la revista asturiana de teatro La ratonera, donde destaca que el autor ha escrito artículos sobre Ionesco y Beckett, que cita a Paul Claudel y Pirandello entre sus fuentes y que ha dicho que su teatro, comparado con la realidad, es como un “cuento de hadas”; también indica María José que Anouilh ha escrito prosa de ficción y adaptaciones de ópera, y que ha sido coguionista para el cine; señala entre sus obras La coulotte, que es una especie de broma sobre el feminismo. Sobre la vida privada del autor, cuenta que se casó dos veces y además tuvo una tercera relación sentimental, y que con el general De Gaulle tuvo diferencias que saldó autoexiliándose a Suiza; acerca de su obra, el propio autor afirma que no se expresa en tono trágico porque la sociedad moderna no lo entiende. Por último, María José destaca la reputación alcanzada por el teatro de Anouilh en Asturias, hacia la mitad de los años cincuenta, y finaliza su intervención leyendo algunas frases del autor editadas en la web Proverbia.

Seve recuerda que de la obra Antígona de Sófocles vio una representación en Móstoles, en el Centro Sociocultural El Soto, donde su hija formaba parte del reparto; y confiesa que a él le aburre leer teatro, pero que le encanta verlo (dice Toñi que a ella sí le gusta leerlo, y a continuación cuenta la escena de Becket en que éste lleva los tenedores a la Corte inglesa y bromean sobre si los comensales los confundirán con armas); al hilo, comenta Seve que se ve que Toñi se mete en el teatro, mientras él se queda en la puerta.

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